6/2/08

Estadistica con postre

Me despierto a las 10 am. Batamba no esta. Yo tampoco estoy, pero igual me levanto. Levantado, me vuelvo a acostar. Cuando me habia acostado y mis patas de bicho descansaban suena el telefono. Siempre el telefono. Esto podia ser una buena señal, quiza la llamada entrante era la Sra Filgimina, la Sra de lentes de pastas azules y cabello violeta que se viste de negro desde que murio su esposo, quiza era ella la que llamaba para decirme que finalmente mi trabajo habia sido aceptado.Luego quise que fuera mi vieja amiga de la universidad que no pudo terminar la carrera porque quedo embarazada del pendejo de Rafael.El telefono seguia sonando.Comence por pensar que la persona que llamaba no era ni Noheli ni la Sra Filgimina y mucho menos tu, intui que por la insistencia de los constantes repiques, que la persona que llamaba debia ser uno de esos tipos asalariados que vende paquetes de afiliacion a seguros funerarios por telefono. Dude al atender, mientras lo decidia, me volvi a tirar en la cama y me puse a ver con detalle a la araña tejiendo en la pared. El animalito se movia sigilosamente. De un lado a otro. De arriba hacia abajo. Se detenia y volvia comenzar. Araña tejiendo su nido, desesperada por montar su red para atrapar otros insectos. Hurna y sepultura para animalitos poco cuidadosos. Uno de ellos, una hormiga,avanzaba, batallaba, trataba de salvarse, inclinaba la cabeza, apelaba a sus ultimos recursos de salvacion cuando en fila india se desprendio un ejercito de bachacos en su rescate, pero la disputa estaba desde un inicio mas que perdida. Batalla ganada con risas y ella que celebra su cena. Cadaver exquisito para la araña. Terminada la distraccion y debatida la ambiguedad me decido a contestar el telefono porque siempre me ha resultado incomodo eso de hablarle a una maquinita dejando un mensaje que puede que no sea escuchado, o cuando se escuche ya no tenga la misma importancia inicial. Gran grito de auxilio estridente me rasgaba el oido desde el cable del telefono, atendi confiado que podia ser numero equivocado, pero la voz me resulto familiar, no era una llamada anonima, resulta que hoy 6 de Febrero es mi cumpleaños y el unico extraviado soy yo. Me canto el japi berdei y luego hizo bromas acerca de mis 45 años con prematura impotencia sexual. Hablò de mi vida sexual con las arañas e incluso me recordo que tu no me llamarias, que tus labios abultados ahora buscan los bigotes del maracucho del 704. Se me extravio la cortesia y le tranque el telefono sin agradecer la llamada,me fui a mi cuarto y me puse a contar arañas, ellas si me dieron torta y festin entre sus nidos.

Escuchando Pulmon de Bajofondo

1 comentario:

Gustavo Pérez dijo...

Esta sabrosito este escrito, no se pero hiciste que me imaginara todo mi perolita! Desde el ruido del telefono hasta la carniceria de las hormigas!!

Un besote, ;)

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