24/3/08

Misil Nostrum

Photo by Marta Barcelò
La mordaza con olor a lluvia. El depredador detras de la puerta. Estrangulando la verguenza, desgarrando el silencio. La puerta escrita con declaraciones creativas.La historia de Hernan y Maribel duro tres horas ricas e intensas, al menos asi lo escribieron. La llave 31. El recepcionista ecuatoriano apuntaba datos mientras preguntaba el tiempo de uso.

-¿ Entonces? ¿La noche o un rato?

-Un rato- Le dijo.

La llave 31 tirada en el mostrador lleno de sobras de cafe y aceite de empanadas. Revista hipica sobre el televisor. En las paredes fotos de chicas con moños o bien peinadas,con anillos y pulseras, con uñas pintadas y bragas filosas. La sra de limpieza, con su pinta desaliñada, indica la habitacion. Entonces al entrar se desprendieron de sus ojos. Los ojos caminaban y se clavaban en las paredes dermicas. Introducida la llave, todos andentro. El depredador saca su mordaza. Aire de panico con confianza. Entra con zapatos marrones y elige la lluvia como mordaza. Ya dentro, no sabia donde estar,no hacia frio, el aire estaba apagado. Se sento en la cama de sabanas asperas.Baño con agua caliente y jabon intimo para tus momentos mas intimos, rosita roja en el empaque. No usaban limpiador "mas". La poceta estaba manchada y el lavamanos tenia cabellos.Con voz de medico que receta pepas para curar dice:

-Acuestate. Ponte comoda.

El medico habia aparecido a tiempo para salvarme. Yo tenia dolor de espalda, me dio una pastilla que no trague. La puerta de la habitacion cerrada. No queria irme. El no me miraba a los ojos, sino un poco mas abajo,quiza mucho mas abajo.Bichos minusculos me recorrian y se iban hundiendo en el rio.Las manos cubiertas de espuma avellanada.El tanque de la poceta se bota y el agua fluye a su cauce. La dicha es un azar disfrazado de Bicho. No se que hora es, no quiero ver el reloj, quiero quedarme. Hoy el tiempo no me devorara. Hoy no sere su esclava. Hoy puedo oler todos los colores.Hoy asalto al sol y le regalo mis ojos piches.Cierro los ojos, mañana no me dolera la espalda, y podre seguir. Oigo mi respiracion cansada como un arrullo. Las rodillas van contra mi pecho, no quiero tocar el suelo con pies descalzos, en el suelo sucio y mohoso hay bichos con bacterias que enferman.

2 comentarios:

Günther dijo...

Estrangulando la Verguenza, Desgarrando el Silencio, el tacon rojo patente de uña manchada penetra sin cita programada. Nadie sabe como llego, pero si se como se fue.

Gustavo Pérez dijo...

"El recepcionista ecuatoriano apuntaba datos mientras preguntaba el tiempo de uso.

-¿ Entonces? ¿La noche o un rato?

-Un rato- Le dijo."

Deja Vu... tantas veces he pasado por este episodio que lo imagine perfectamente... jajaja!

Que bueno que escribiste loola!! se le quiere (K) ;)

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